El Hotel Sahil equilibra utilidad y estilo, y las imágenes lo dicen todo. El vestíbulo da la bienvenida con suelos de mármol pulido, acabados en madera cálida y una chimenea que añade un toque hogareño en medio del bullicio de la ciudad.
Las habitaciones siguen una estética moderna y neutral: paredes claras, muebles elegantes y cortinas opacas que suavizan el ambiente urbano. Algunas exhiben suelos de madera noble y distribuciones amplias, mientras que otras revelan baños actualizados con duchas cerradas de cristal y azulejos nítidos.
Los huéspedes pueden vislumbrar la Cafetería Bluet, a menudo ocupada con laptops y charlas de desayuno, o el Restaurante Rivaaz, donde platos clásicos indios e internacionales se presentan con esmero. Instalaciones de fitness, espacios de negocios y pasillos discretos completan el recorrido visual.
Es un hotel que no intenta demasiado, pero acierta en los detalles: ángulos limpios, iluminación ambiental y una sensación de calma que contrasta con su entorno bullicioso.
Siglos 0 a 17